¡Tremendo día!
Este fue el año del Cano Estremera. Lo dijo él, su profecía: por lo menos 15 mil de los 30 mil cocolas y cocolos presentes fuimos a bailar su salsa. La gente recibió con cariño su guapería, su filosofeo, su vacilón, su jodedera. Su versión de Mi Gente le puso clave al ambiente a eso de las 3:30 pm. Es que el Cano es sonero de los que cargan en su voz una tradición con raíces dispersas y, según él, en peligro de extinción. El Cano se atrevió a decir en tarima que él es el mejor sonero de la historia. ¡Allá viene el toro déjalo que venga! Dijo también el Cano que inaugurará un zoológico y el primer animal que exibirá será la perra de Jorge Santini.
“El mejor sonero de Puerto Rico es albino, papi, aunque le duela al que le duela”, dijo en la conferencia de prensa después de cantar. Allí se tiró otro recital. Allí se cantó el albacea de la tradición sonera y le tiró a las figuras jóvenes de la salsa diciendo que lo que quieren es ganarse un premio Lo Nuestro. A un locutor colombiano que lo criticó en su pregunta, le dijo entre otras cosas: “Me da mucha pena que sirvas de mandao… ¡Pero hace tiempo que te lo quería decir!” A mi pregunta de por qué en su opinion él es el mejor sonero, respondió con una descarga que empezó con un “supongamos que yo no soy el mejor” y terminó con un “¿voy a esperar que el mercadeo de los demás cantantes me quite las habichuelas de la boca? No señor, ¡yo tengo mucha inteligencia!”
“Yo soy un intelectual frustrado”, continuó. “Un pintor frustrado porque por mis limitaciones y porque en este país muchas veces los medios del gobierno y los adelantos no están donde tienen que estar tuve que dejar de estudiar y lo único que me conseguí para poder vivir, una subsistencia, fue cantar salsa porque yo vengo de un barrio que es plenero y salsero. Y dije bueno yo puedo hacer eso como cualquier persona inteligente que necesita un trabajo se puede adaptar a cualquier trabajo. Pero si de suerte o por mis habilidades salí siendo el mejor sonero eso no es culpa mía”.
Este fue también el año en que la gente salsera ingresó a Pedro Arroyo en el panteón de las t-shirts cocolas. ¡Las formas que tiene la gente de vivir y grabar su historia! Gracias Pedro por este día, decía el público. Gracias Pedro por este evento en el que aún podemos pretender que Puerto Rico es salsa. Este día es la familia, la gente, las amistades, el panismo, el compadrazgo. Es el chance de bailar un perdón, un olvido, o un desengaño. Es un panita de Ciales al que siempre veo y no encontré este año. Es la oportunidad de juntarme con Claudia, amiga querida, para documentar –otra vez– los espectros de Maelo, Lavoe, Celia, El Conde, Chamaco, Olivencia, La Lupe, Marveloski, Barreto, Tite, Cortijo, Pedro Arroyo y tantos otros.
A estas alturas del baile se mezclan los tiempos y las anécdotas. Se cruzan los recuerdos y los cuentos, los abrazos, los saludos, las bailaítas y los ‘te veo el año que viene’. ¿En qué año fue que tocó Lebrón Brothers, Conjunto Libre La Masacre o TNT Band? ¿En qué año fue que cayó aquel aguacero mientras tocaba La Zodiac en el Juan Ramón Loubriel de Bayamón? ¿El abucheo a Jailen Cintrón? ¿Los Majaderos de Ángel ‘Cachete’ Maldonado en tarima con David Sánchez junto a Luis ‘Perico’ Ortiz? ¿Joey Pastrana con Ismael Miranda? ¿Héctor Lavoe cantando con un yeso y la pierna enganchá en una silla? ¿Rubén Blades cantando Guaguancó Triste con Richie Ray y Bobby Cruz? ¿El homenaje a La Selecta de Raphy Leavitt y Sammy Marrero con el parque entero cantando La Cuna Blanca?
Son ya 30 años de historia y la gente salsera, ahí. Aunque se emocionen más durante la proyección de videos viejos de La Sonora Ponceña o el Gran Combo que con algunas de las orquestas que tocaron en vivo este año. Al final de la noche la pregunta es la de siempre: ¿A quién se lo dedicarán el año que viene? Allí nos vemos.
Fotogalería por Claudia Calderón