Acerca del ambiente
El ambiente es un conjunto de relaciones naturales y sociales. Los humanos somos parte del ambiente, nos relacionamos en el ambiente. Modificamos y nos modificamos en el ambiente, con mayor o menor previsión. La previsión depende del conocimiento, la acción consciente y efectiva en las relaciones naturales y sociales del ambiente.
Las relaciones sociales incluyen la economía, la política, los intereses grupales, los conceptos e ideas sobre la naturaleza y la sociedad. La importación de capital industrial, comercial, bancario, financiero y la inseparable exportación de excedente, además del recibo de fondos del gobierno de Estados Unidos, son parte central de las relaciones sociales en Puerto Rico. Las percepciones de estas relaciones sociales ocurren de forma diversa en grupos con particulares intereses económicos y políticos.
La neutralidad con respecto a intereses sociales no existe en los humanos. Nuestras concepciones sobre las relaciones naturales y sociales se dan enmarcadas dentro de esos intereses. Muchas veces pueden percibirse estas relaciones a través de los intereses de otros grupos, sin que exista consciencia de ello.
En los imperios, colonias y neo colonias los intereses económicos y políticos se esconden tras ideas naturalistas. Se intenta justificar las desigualdades atribuyéndoles un origen natural, sea de inferioridad de unos humanos con respecto a otros o insuficiencia de recursos naturales. Existe, sin embargo, una especie humana, las razas no existen. Las diferencias biológicas entre los diversos pueblos son secundarias. Los pueblos sólo tienen diversas historias entretejidas.
Ciertos sectores económicos de los imperios se apropian excedente generado por el trabajo de otros dentro de sus economías centrales, coloniales o neo coloniales. En el caso de Puerto Rico ese excedente es alrededor de 35,000 millones de dólares anuales. El gobierno central de Estados Unidos devuelve alrededor de 10,000 millones de dólares anuales. Los otros 12,000 millones de dólares anuales han sido pagados por los habitantes de Puerto Rico.
La mayoría de los puertorriqueños perciben estas relaciones económicas y políticas con ideas de otros grupos con distintos intereses económicos y políticos. Atribuyen la precariedad económica y los conflictos a características negativas de otros puertorriqueños, insuficiencia de recursos naturales y limitación territorial. Implícitas o explícitas están las ideas sobre la superioridad del colonizador dueño o representante del capital, que es reforzada por su predominio económico y político.
Algunos ambientalistas son naturalistas. Atribuyen a la mayoría de los humanos actitudes innatas destructivas de la naturaleza. No comprenden que las ideas sobre las relaciones naturales y sociales son de origen social. De paso no tienen que enfrentarse a los grupos con mayor poder que favorecen la permanencia de las relaciones económicas y políticas predominantes. Se mantienen presos de las ideas de los que pretenden encubrir el carácter social de las desigualdades y la destrucción de las relaciones naturales.
Algunos naturalistas se conciben como un grupo exclusivo que de alguna manera habría superado las prácticas humanas destructivas de las relaciones naturales. Esta concepción se originó en grupos profesionales y representantes del capital en los países imperiales. Los burócratas gubernamentales reproducen ese acercamiento cuando puntualizan en las prácticas de los grupos con menores y fluctuantes ingresos. Algunos universitarios reproducen estas ideas. La posición es elitista y moralista. Al soslayar las relaciones económicas y políticas predominantes tienden a colaborar con su preservación.
Los naturalistas brillaron por su ausencia en la lucha de los viequenses y otros puertorriqueños contra las prácticas destructivas de las relaciones naturales y sociales, por la marina. También han brillado por su ausencia en la lucha por la protección de los terrenos agrícolas, los residentes y los trabajadores de Santa Isabel que han sido y serán afectados por un complejo de aerogeneradores. Por otro lado, estuvieron presentes en la discusión sobre el impacto que podría tener un complejo de aerogeneradores sobre las relaciones naturales en el bosque seco de Guánica y sus alrededores.
Los naturalistas pretenden defender las relaciones naturales menoscabando las relaciones sociales. Mucho menos se plantean su transformación. Tienen una concepción errónea del ambiente. No entienden la indisoluble relación de los factores naturales y sociales del ambiente. Se parecen en sus posiciones a aquellos que plantean la posición absurda que en Puerto Rico las relaciones económicas y las relaciones políticas existen separadas.
La transformación del ambiente requiere un conocimiento profundo de la historia natural y social de Puerto Rico, de Estados Unidos y otros países. La evaluación de los diversos intereses económicos y políticos incluye la comprensión de la historia de las ideas a través de las cuales se manifiestan. Aquellos que han aspirado a ser vanguardia política tendrían la responsabilidad de entender estas relaciones con una profundidad acorde con su presunción.